Deportistas que fueron del cielo al infierno
Los últimos días han mostrado que el dinero, el auto y la fama no aseguran el equilibrio. Mario Gómez es una prueba palpable de esta lista.
La primera historia es rosada. Es la del capitán del Sport Boys del Callao, a quien desde la época de los 90 llamaron ‘Machito’. Lateral o volante zurdo que se imponía por fuerza y que empezó a destacar pero, también, a desorientarse. Vedettes, alcohol, escándalos y fouls arteros.
Acuchillado por un conocido de ‘Kukín’ Flores en una riña, Gómez fue involucrado en la muerte de Gloria Prieto de un balazo, en 2002, por lo que fue encarcelado. Al salir de prisión, aseguró que había cambiado. Su carrera por los techos de las casas del Callao el domingo, queriendo huir de la Policía tras dispararle a un muchacho, dice que no lo hizo. Hoy ha sido trasladado al penal Sarita Colonia.
El campeón que se hundió
En los 90, un joven Mario Broncano sumaba 264 peleas hasta llegar a ser campeón sudamericano. Pero, cuando la fama lo envolvió, también lo hicieron las mujeres, el alcohol y las drogas. Dejó de ser Mario para ser ‘Broncano’.
Perdió un ojo en 1998, en una pelea, y fue detenido continuamente por robo. Hoy consume droga, camina las calles con sol o con lluvia, buscando un pan, y se sienta a esperar un bocado al lado de una cebichería en Matute. Un ídolo que terminó siendo barro.
Corredor oscuro
En los años 70, ningún amante del fútbol americano podía no rendirse ante Orenthal James Simpson o, simplemente, “O. J.”. Récord de 2,003 yardas, el 2º mejor corredor de todos los tiempos y, en 1985, ‘Salón de la Fama’. Sin embargo, fue acusado del asesinato de su esposa y de un amigo y, de allí en más, todo fue robos a mano armada, agresiones y hasta secuestros.
Llanero asesino
Edwin Valero, campeón ligero del Consejo Mundial de Boxeo, era el hijo pródigo de Venezuela, pero el peor esposo para su mujer, a quien se cansó de mandar al hospital hasta que, en marzo de este año, la asesinó a cuchillazos. Valero fue preso y en los calabozos de la policía se ahorcó con sus prendas de vestir.
‘Che’ golpeador
Carlos Monzón tuvo el cielo en sus puños. Campeón de Argentina y de Sudamérica de peso mediano, llegó a ser campeón mundial de esa categoría en 1970, corona que defendió 14 veces. Casado con Alicia Muñiz, el pugilista demostró cuán violento podía ser y, en febrero de 1988, agredió a su esposa hasta hacerla caer del balcón de su casa. Hallado culpable y condenado a 11 años de prisión, no llegó a cumplir la sentencia porque, en una de sus salidas a trabajar, murió en un accidente automovilístico el 8 de enero de 1995.
Bala colombiana
En julio del 2009, Javier Flores, volante del Junior de Barranquilla y asiduo concurrente a discotecas, mató a balazos a un hincha que le reclamó por perder la final y el título del Campeonato Apertura ante Caldas. “¡Flojo!”, le gritó el aficionado. Lo demás fue la reacción de Flores, quien extrañamente salió libre a los pocos meses.
Otros casos
En setiembre del 2008, Thiago da Silva, jugador del Vasco da Gama, fue secuestrado por su novia, a quien le había sido infiel. La mujer y cuatro cómplices lo balearon en una cancha de fútbol. El tres veces campeón mundial de box, Alexis Argüello, se pegó un tiro el 1 de julio del 2009. Las causas que lo llevaron a suicidarse aún se desconocen.
